"Ciudades prêt à porter” es un concepto que aplicamos al urbanismo, a la planificación urbana y en la generación de conocimiento, intercambio y debate sobre las ciudades.

¿Cómo gestionar el patrimonio?

Los desafíos del gobierno local para capitalizar intereses en pugna.

La intervención en áreas, edificios y centros de valor patrimonial permite recuperar dinámica económica e identidad cultural. Resulta ser una combinación de estrategias de preservación, conservación, valorización y recuperación; en distintos grados y con distintos objetivos. Estas estrategias están en función de las condiciones intrínsecas de cada lugar, de los actores que intervienen, de la capacidad técnica que se cuenta. Con lo cual, en todo proceso de patrimonialización, el gobierno local se plantea cómo capitalizar tales intereses en pugna.

Patrimonio se denomina al conjunto de bienes materiales tangibles e intangibles que una persona, sociedad o entidad posee. Existen de distinta índole: históricos, artísticos, culturales, científicos. El patrimonio histórico es aquel heredado de generaciones pasadas y forma parte de la memoria colectiva y de la identidad cultural.

Tal patrimonio requiere de una gestión dirigida a resguardarlo de aquellos intereses particulares que tienden a ponerlo en riesgo. En función de ello es responsabilidad del Estado dirigir procesos para su adecuada gestión, involucrando a la ciudadanía y al conjunto de actores que intervienen. En Argentina, la Ley 12655 de 1940 constituye el marco normativo que define al Patrimonio. Dicha Ley regula la creación de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y de Lugares Históricos, cuya responsabilidad es identificar y clasificar los monumentos históricos del país. Encontramos centros históricos en todas las ciudades argentinas y latinoamericanas. Casos particulares lo constituyen:
• Los centros históricos, en prácticamente todas las ciudades argentinas y latinoamericanas.
• Los edificios patrimoniales en áreas rurales, con antiguas casonas, palacetes, cascos de estancias y ruinas.
• Las áreas naturales objeto de patrimonialización, como aquellas declaradas “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO.

Según cada caso se deberá preservar, conservar, valorizar o recuperar. Estas acciones deben entenderse como estrategias diferentes y versátiles para su resguardo. Preservar la identidad histórica y cultural de un centro histórico no implica convertirlo en “museo urbano”. Conservar un área de valor patrimonial por su paisaje natural no implica necesariamente prohibir el desarrollo de nuevas actividades. Recuperar edificios históricos puede ser una acción en vano si no se consideran los usos futuros y posibles de esos edificios. Asimismo, poner en valor un área histórica a través de la atracción de población puede constituirse en una manera de recuperar su dinámica y su identidad. Es decir que la intervención en áreas, edificios y centros de valor patrimonial puede ser una combinación de estrategias de preservación, conservación, valorización y recuperación; en distintos grados y con distintos objetivos; según las condiciones intrínsecas de cada lugar, los actores que intervienen, los intereses en disputa, la capacidad técnica de quien dirige esos procesos.

Nota completa en M&E, N°57:



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