"Ciudades prêt à porter” es un concepto que aplicamos al urbanismo, a la planificación urbana y en la generación de conocimiento, intercambio y debate sobre las ciudades.

LOS ESPACIOS VERDES PÚBLICOS

Una delicada articulación entre demanda y posibilidades efectivas.

Los espacios verdes públicos constituyen uno de los principales articuladores de la vida social. Son lugares de encuentro, de integración y de intercambio; promueven la diversidad cultural y generacional de una sociedad; y generan valor simbólico, identidad y pertenencia. Con lo cual, los gobiernos locales tienden a desarrollar estrategias para incrementar su oferta, para optimizar su mantenimiento, para mejorar la calidad de su equipamiento así como para potenciar su acceso público. Desde esta perspectiva, diversos interrogantes se disparan sobre su promoción y gestión e instalan una delicada articulación entre demanda y posibilidades efectivas.

Por sus cualidades intrínsecas, los espacios verdes públicos cumplen en la ciudad funciones estéticas, enriquecen el paisaje urbano y asumen un papel central de oxigenación. Asimismo, contribuyen en la regulación hídrica y en la reducción del impacto de la ciudad construida sobre el medio ambiente. Y ofrecen un ecosistema urbano apropiado para la conservación de la biodiversidad. Desde su forma urbana también juegan un rol importante en la estructuración de la ciudad como ordenadores de la trama, cualificando el tejido, orientando el crecimiento y vinculando espacios. En tal sentido, se presenta a continuación una mirada sobre esta problemática, orientada a la búsqueda de respuestas sobre su significado, sobre sus elementos significativos, sobre su gestión y su mantenimiento.

Concepción, prácticas y significados

Hoy, tres funciones básicas que se le reconocen a los espacios verdes públicos: 1) como espacios públicos, 2) como espacios verdes y, finalmente, 3) como ordenadores urbanos. Sin embargo, estas funciones han ido mutando a través del tiempo y su concepción fue adquiriendo lógicas distintas.

En las ciudades argentinas un primer escenario se constituye en la etapa colonial, a través de las Plazas Mayores, fundadas en base a las Leyes de Indias, que le otorgaban forma y carácter a la ciudad, al tiempo que la convertían en símbolo del poder político, religioso, cívico y comercial. En torno a ellas se situaba la iglesia mayor, el cabildo, el fuerte, la casa real, las tiendas. Posteriormente nacieron otras plazas denominadas “menores”, que fueron concebidas como “vacíos urbanos” y utilizadas como baldíos, como altos de carretas, como mercados, mataderos o basurales.

A principios del siglo XX, las plazas fueron concebidas como espacios de encuentro e interacción social y como elementos urbanos de control: las “plazas secas” o “plazas grises” dan cuenta de ello. Es decir que la idea de “plaza” ha ido cambiando de paradigmas en función de sus prácticas, de su valor simbólico y de su carácter cívico-institucional.

Otro de los grandes componentes de los espacios verdes son los “parques”, que a través del tiempo se atribuyeron, en primer lugar, funciones tales como “pulmones” de las áreas centrales hacinadas como delimitación de la expansión urbana, intentando poner freno al loteo indiscriminado. Luego se constituyeron en espacios de recreación y de ocio. Asimismo, estos espacios han atesorado nuevos significados y prácticas, tanto como escenarios artísticos y culturales así como ámbitos de manifestación y expresión de conflictos sociales.

Hoy, muchas de las funciones esenciales de los grandes espacios públicos tienden a recluirse en espacios de carácter privado; y los espacios comunitarios, de uso colectivo, terminan convirtiéndose desde la lógica de mercado en remanentes. Con lo cual, su función principal tiende a ser desplazada hacia otros espacios más funcionales, como el centro comercial o el club social; conduciendo a los espacios verdes públicos a cambios de rol o desuso. Esto encubre como amenaza la posibilidad de dejar de ser un espacio estructurante, que cualifique la trama urbana, a ser un espacio estructurado, con carácter residual y/o marginal.
 
Nota completa en M&E N°55:

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