"Ciudades prêt à porter” es un concepto que aplicamos al urbanismo, a la planificación urbana y en la generación de conocimiento, intercambio y debate sobre las ciudades.

“Se necesita una gestión conjunta entre la ciudad y la provincia”


Alfredo Garay propone una Agencia Metropo-litana para resolver doce puntos clave para el área que abarca la Ciudad de Buenos Aires y los partidos del Conurbano Bonaerense. Una estrategia que necesita de un pacto regional.

La Región Metropolitana de Buenos Aires es la región más poblada del país. Concentra al 36% de la población nacional y 46% del PBI. Es un amplio y complejo territorio, que crece según diferentes lógicas y que absorbe el equivalente a la población de las ciudades de Rosario o Córdoba en cada período intercensal.

Pero, ¿cómo responder a los problemas y desafíos de este difícil conglomerado? Una de las respuestas parece ser la implementación de métodos de gestión integrados con la participación de las distintas jurisdicciones y a diferentes escalas.

Para ahondar en estas cuestiones, El Cronista Arquitectura se reunió con el arquitecto Alfredo Garay, ex subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Provincia de Buenos Aires hasta fines del año pasado y actualmente Director de la Corporación Antiguo Puerto Madero.

¿Cómo crece Buenos Aires?

Aunque la Ciudad de Buenos Aires tiene una población estabilizada en menos de tres millones; la región metropolitana absorbe, en promedio, 1,2 millones de habitantes cada 10 años. Este crecimiento se produce mediante tres procesos simultáneos

El primer proceso es la expansión del área urbana, producto de nuevos lotes y urbanizaciones. A partir de él surge un debate muy importante, porque la expansión en baja densidad hoy es fomentada aunque implica sobrecostos importantes en la extensión de las infraestructuras y la dotación de servicios (ver gráfico). Se tendría que discutir cómo sostener los estándares de urbanización -es decir la eficacia y eficiencia en la ocupación del territorio con la provisión de los servicios urbanos necesarios- y cómo proteger el suelo periurbano y controlar la transformación del suelo vacante en suelo urbano.

El segundo proceso de consolidación de la ciudad existente implica el completamiento de las infraestructuras urbanas y la ocupación de áreas vacantes sobre el territorio ya loteado; y finalmente el tercero, la densificación sobre el tejido consolidado, se asocia al crecimiento en altura, la verticalización, donde aparecen conflictos porque supone muchas veces la demolición de la estructura existente para instalar en el suelo urbano una volumetría de mayor densidad.

Es decir que la ciudad crece y pone territorios en transición. Algunos se valorizan pero asimismo otros se desvalorizan y otros quedan “quietos”. La cuestión entonces se centra en qué potencias presentan estos territorios en transición, cómo se debe actuar sobre ellos y qué herramientas se tienen para hacerlo.

El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires presentó en 2007 un documento que desarrolla lineamientos estratégicos de intervención con visión metropolitana y propuestas operativas, institucionales y de política de desarrollo urbano. Entre esas propuestas se encuentra la creación de un ámbito de gestión metropolitano, ¿En qué consiste?

El modelo propuesto impulsa un Pacto Estratégico Intergubernamental (Nación, Provincia y Ciudad de Buenos Aires) formulado en torno a doce cuestiones consideradas de escala regional. Algunas, como el sistema portuario, el transporte de pasajeros, la gestión de los residuos urbanos y el tratamiento de las grandes áreas verdes, precisan de una gestión de una autoridad conjunta; para lo cual sería menester crearla o reformular las existentes.

Otro grupo de cuestiones no precisan de una autoridad conjunta, sino de la creación de ámbitos de coordinación que aseguren una gestión integrada acorde a las estrategias generales. Por ejemplo la gestión ambiental y urbana en las cuencas requiere de la coordinación de las distintas competencias que son los tres comités de cuenca (Matanza-Riachuelo, Reconquista y Luján). Otras cuestiones son la infraestructura vial, las redes de agua y saneamiento y la generación y distribución de energía.

Finalmente, un tercer grupo de cuestiones no parecen requerir desarrollos institucionales especiales, sino una conducción que sería más efectiva al ponerse en marcha sistemas de estímulo y cooperación. Por ejemplo, la promoción y localización de la actividad industrial, el crecimiento urbano, el tratamiento del borde periurbano, el fortalecimiento del sistema de centros, son cuestiones que requieren un fondo que las estimule y financie. Podrían ser fondos concursables para proyectos en concordancia con las estrategias generales.

En conjunto lo que se propone es crear un ámbito de gestión metropolitano: una Agencia Metropolitana que verifique el cumplimiento del compromiso tripartito y cuyas funciones sean promover, coordinar y articular a los diferentes actores metropolitanos en torno a estas 12 cuestiones.

Dada la multiplicidad de actores que intervienen y la propia complejidad que presentan estas doce cuestiones, la propuesta es sin dudas un avance importante. Resta entonces preguntar sobre su viabilidad.

Hoy en día existen las condiciones para llegar a un acuerdo explícito, un “contrato” de compromiso entre la Nación, la Provincia y la Ciudad alrededor de las cuestiones que plantea el documento. Pero este es sólo el punto de partida para una nueva conducción metropolitana. La creación de una Agencia Metropolitana y la progresiva construcción de un sistema de gestión acorde con los lineamientos estratégicos son los restantes pilares de la propuesta.

Para asegurar su viabilidad y eficacia, tal Agencia debería tener un algún tipo de poder o capacidad de influencia que le permita actuar sobre procedimientos y estrategias regionales pautadas; promoviendo un proceso de planificación alimentado por las propuestas originadas en la multitud de actores públicos y privados.

Actualmente, las cuestiones metropolitanas se tratan sectorialmente, dificultando su resolución. La propuesta de gestión metropolitana que nos explica el Arq. Garay se presenta con una fuerte vocación multiactoral y por lo tanto como una innovadora concepción que vendría a saldar una asignatura históricamente pendiente en la planeación de la Región Metropolitana de Buenos Aires.

Publicado el 15 de mayo de 2008 en El Cronista Comercial, Suplemento de Arquitectura
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